La vida es una constante búsqueda... y a ti te encontré en la calle.

jueves, 18 de abril de 2013

Trabajo sobre la identidad. Hagamos un bonito autorretrato.


   Cuelgo de nuevo un trabajo de clase. No suelo hacerlo por no apasionarme lo que hago o porque siempre los veo demasiado mejorables como para hacerlos públicos. En esta ocasión el resultado me ha encantando y lo comparto orgulloso y convencido de que os gustará. 
   Durante este mes de abril nos ha dado dibujo artístico Ana, una alumna del antiguo CAP que está de prácticas en la escuela donde estudio. Consiguió, con una breve y muy buena presentación,  motivarme y comunicarme claramente qué hacer, para cuándo y cómo (en la Pablo Picasso todo esto es poco habitual). El trabajo consistió en investigar y pensar en el concepto de identidad, crear un autoretrato madurado, no las autocaricaturas que tanto practiqué en su día. Aparte del dibujo quise acompañar mi  presentación con un texto, dejando así una imagen y una de mis divagaciones como resultado de varias horas dibujando (jamás preparé ningún trabajo con tantos croquis), seleccionando y fotografiando fotos, pensando, emocionándome y disfrutando de lo que más me gusta, ILUSTRAR.


   Ahí os dejo el texto y el dibujo:
 
   La identidad de una persona reside en su memoria. Si un día despertásemos sin ella, sin la memoria, no sabríamos gran cosa. Quienes son nuestros seres queridos, a quien odiamos, a quien deseamos. Sin que el reflejo de un espejo nos pusiese en situación, no sabríamos ni tan siquiera cuales serían nuestros propios rasgos.



   Las fotos van conformando la memoria de nuestra vida. En torno a ella recordamos las caras de quienes se han ido, los lugares visitados, esos días especiales... recuerdos varios, sensaciones, emociones, colores, rostros, de un viejo álbum de fotos podría salir todo al fin y al cabo. Incluso en torno a esas imágenes podemos llegar a reconstruir lagunas de nuestra memoria, colocar a personas en lugares o fechas imposibles, datos inexactos que una vez pasan a formar parte de nuestra memoria serán más reales que muchos otros que olvidaremos.



    Mi identidad pues, quiera o no, está atada a las fotos de juventud de mis padres, a las de mi infancia y a las que me quede por sacar. Esas fotos sirven para rodearme en ese inmenso vacío que es el universo, la memoria, nuestras vidas... en medio de esas fotos, estaría una caja de tantas que nos rodean durante nuestras vidas, cajas habitables donde vivimos, estudiamos, trabajamos... cajas móviles donde transportarnos, cajas con cables de donde obtener distracción e información, cajas dentro de cajas, como una infinita matrioshka. En esta ocasión imagino una caja ataúd-útero donde descansaría un yo anciano, envejecido y calmado. Un yo despojado de ropa, objetos, un yo sin prisa por ir a ningún lado y sin nada que hacer más que ser.


Dibujo: Lápiz, entintado con rotulador pincel (pentel) y color digital. 
Collage: fotos con retoque digital.

2 comentarios:

  1. Me encanta y sin desmerecer el dibujo....pedazo de textooooooooo!!!!! No de largo sino de espectacular, me encanta!!! No dejes de escribir... ;)

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    1. Muchas gracias Ari. Para mi son cosas complementarias. Cada vez más lo veo así, como que uno sin otro no podría vivir. El Josiño que dibuja y el que escribe tienen que estar juntos y separados. Que ganas de ver tu ilustración del texto que te rulé. Me moló mucho como me quedó el texto. Bicos y gracias de nuevo.

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