La vida es una constante búsqueda... y a ti te encontré en la calle.

jueves, 29 de octubre de 2015

Inktober # 30 · Viejos amigos que querría ver más a menudo



   Quien me conozca desde hace mucho sabrá que me pasé la carrera pegado al ordenador de la "revista de aparejadores". "Ella" se llamaba aparejAT y fue, quizá, mi segundo amor, el primero respiraba y tenía el pelo largo, era muy mona, pero callada. Yo vivía unos años importantes en mi vida, necesité desde aquella hablar y tener con quien hablar. Cambié totalmente respecto al chaval que había sido en el insti. Exploté definitivamente, fui en esos años un temperamento con patas, un tipo gritón y amigo de la polémica, pero buena gente. Fueron años de disfrutar muuuucho tiempo con los amigos. En delegación de alumnos y en esa revista, mi segundo amor, conocí  a un buen montón  de amigos de los que ahora me invitan a sus bodas y le dicen a sus hijos que yo soy el tío Jose, lo que, como mucho sabréis, hace que se me ponga el corazón blandito. Incluso conseguí tener dos ahijadas, hijas de dos amigos de aquellos tiempos, aunque llamarles amigos es quedarse corto. Mis ahijadas, Julieta y Uxía son, a día de hoy, las dos cositas que más me pueden animar en un mal día. Y mirando sus caritas veo reflejados a sus padres y madres, cuatro viejos amigos con quien tantos buenos momentos pasé en los años de carrera. Y pensando en sus padres pienso en otros amigos, amigos que viven o han vivido lejos, amigos con los que querría irme de cañas al Cañahueca o a la Rochester cada semana. Pero vaya, al menos de vez en cuando hemos podido vernos, otros no han tenido esa suerte :(
   Hoy quise dibujar a los dos amigos con quien quizá haya pasado más horas de mi vida, largas horas de complicidad. Martín, que era poco hablador, e Inés, que hablaba casi tanto como yo, formábamos un buen equipo con Angel, Rubén y toda la tropa. Pero con estos dos cabras en especial reí hasta reventar e hice muchas frikadas. A día de hoy, con la serenidad que da la edad, y la confianza que da el poso de la amistad con solera, sigo hablando con ellos, con más naturalidad y confianza que nunca. Comentamos nuestras pequeñas y grandes miserias, nuestras alegrías y nuestras ilusiones. Un abrazo chicos, a vosotros y a todos los amigos que saben que querría irme de carallada con ellos, hablando toda una noche hasta quedarme afónico y con los ojos secos de tanto reír. Ojalá pronto nos veamos, se os quiere.

1 comentario:

  1. Me has hecho llorar. O reír o llorar, si es que no tenemos término medio....
    Nosotros sí que te queremos.

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